CINE Cartas in�ditas de Marlene Dietrich
Reportajes
EFE
La distante actriz Marlene Dietrich en privado a�oraba a su esposo, Rudolf Siebers, o se lamentaba de la ausencia de su hija, Mar�a Riva, seg�n unos fragmentos de cartas personales in�ditas publicados por el diario "S�ddeutsche Zeitung". "Todav�a no me he recuperado de la muerte de mi marido...Esa soledad...�Cu�ntos a�os va a prolongarse a�n?", escrib�a la actriz en 1979, tres a�os despu�s de enviudar de Siebers. Desde una cama de un hospital neoyorquino, donde se recuperaba de una rotura de f�mur, Dietrich dirigi� a su amiga Bianca Berger dram�ticos mensajes, como la frase: "Estoy sola, como siempre", escrita en may�sculas. "El mundo es cruel. Que uno se mantenga en vida es un milagro. Y no hablemos de depresiones...", prosigue y admite que ella es culpable de su soledad, ya que nunca se adapt� a los extra�os, como las enfermeras, y "mi hija est� ocupada en sus cosas". La colecci�n de cartas ser� puesta a la venta ma�ana en la feria berlinesa de antig�edades "Liber Berlin", pero parte de su contenido fue avanzado hoy por el citado diario. El berlin�s Knut Ahnert, profesional del sector, adquiri� ese material a un emigrante jud�o de Manhattan y hasta ahora hab�an permanecido in�ditas. Los 3.000 trajes, 15.000 fotos y 300.000 papeles que forman el legado de Dietrich regresaron a Berl�n, la ciudad natal de la actriz, unos a�os despu�s de su fallecimiento en Par�s, en mayo de 1992. Pero los adoradores de la diva no pueden asomarse a las interioridades de su �dolo, ya que s�lo una parte m�nima de ese material ha quedado expuesto en el recientemente inaugurado Museo del Cine de la Potsdamerplatz de la capital germana. Ahnert piensa ahora poner a la venta esas cartas, ajenas a ese "legado oficial" de la actriz, al precio de 16.500 marcos (unos 7.000 d�lares). Aunque el anticuario admite que en ellas no hay nada que deba preocupar a los bi�grafos, considera que �stas aportan una visi�n personal y sensible de la diva. La serie corresponde al periodo de 1976 hasta 1980 y est� dirigida en su totalidad a la citada amiga, de la que la Dietrich se sent�a como un alma gemela, especialmente porque yac�a como ella en el mismo hospital, al parecer por problemas �seos. "Espero que t� tambi�n recibas comida de casa, porque esta bazofia es incre�ble", escribe, respecto al servicio de comedor del centro sanitario.
|
|
"Espero que t� tambi�n recibas comida de casa, porque esta bazofia es incre�ble", escribe, respecto al servicio de comedor del centro sanitario.
|