La decisión del Gobierno panameño de fijar topes en los precios del combustible ha causado molestias entre la compañía Chrevron, la segunda más importante de Estados Unidos.
Patricia Canessa, gerente de Relaciones Públicas y Gubernamentales para Centroamérica de la petrolera Chevron, aseguró que se percibe una intención del Gobierno de Panamá de confundir al consumidor en general y poner a la opinión pública en contra del sector.
Desde hace dos meses, el Gobierno ha fijado topes a los precios de venta de la gasolina, y también ha sugerido a las petroleras cambiar la fórmula de cálculo del precio de paridad de importación, uno de los componentes que determina el precio final, con el fin de abaratar la gasolina.
De acuerdo con Chevron, se les envió al Ejecutivo hace más de 20 días una serie de recomendaciones "serias y coherentes" para modificar los componentes de la fórmula de paridad y hasta la fecha el Gobierno "no ha dado respuesta alguna".
Canessa afirmó que su empresa está dispuesta al diálogo y que si bien el Gobierno tiene el derecho constitucional de fijar topes al precio del combustible, "no es menos cierto que estas acciones van en detrimento de los principios de libre oferta y demanda y de la seguridad jurídica".
La empresa amplió su planta de Bahía las Minas en Panamá para almacenar más de 2 millones de barriles de petróleo para distribuir en Centroamérica.
Por su parte, Hugo Cuéllar, presidente de la Asociación de Propietarios de Gasolineras pidió al Gobierno que si va a regular los precios lo haga en toda la cadena, incluyendo al importador de la gasolina y al mayorista que distribuye el combustible en el país.