EDITORIAL
La ni�ez y la Cumbre
Los paname�os somos conscientes de que hay que hacer una especie de Alto al Fuego durante la Cumbre Iberoamericana de Presidentes y Jefes de Estado que se habr� de reunir los d�as 17 y 18 del presente en nuestro pa�s. Esta reuni�n de solidaridad con Panam� debe servir para mostrar la cara limpia y bonita de nuestra naci�n porque de un modo u otro significa tambi�n una potencial promoci�n de inversiones para el Istmo paname�o, ya que los mil periodistas que acudir�n a la cita continental y de la pen�nsula ib�rica, tendr�n que informar sobre los atributos y atracciones tur�sticas de Panam�. El objetivo de la reuni�n es la ni�ez, sin embargo, no se podr� ocultar de la dura realidad de la paup�rrima condici�n de los infantes en nuestra Am�rica Latina. Los "gamines" en Colombia y los ni�os "Topos" en M�xico, Per�, Brasil y Centroam�rica que viven en mis�rrimas condiciones en fabelas o casas brujas, son temas que polarizan la atenci�n. Muchas veces con palabras huecas y discursos cosm�ticos se pretende que la comprensi�n de esta situaci�n sea escuchada, pero estas palabras cargadas de demagogia no llegan a la ni�ez desvalida que tiene que alimentarse con mendrugos o desperdicios sacados de pestilentes basureros. Resulta parad�gico que mientras los mandatarios est�n en c�modos y refrigerados salones, los ni�os de la calle no tengan acceso a las deliberaciones de los Jefes de Estado que propugnan supuestamente por la ni�ez abandonada o desheredada de la fortuna. Mientras tanto el maltrato infantil, la violencia dom�stica, el abuso sexual, el trabajo forzado, la privaci�n al derecho a la educaci�n, la prostituci�n infantil y la competencia en las calles en que rivalizan bandas de chiquillos por obtener un medio que ayude a su subsistencia, son temas que evadir�n los presidentes porque su universo no est� acorde con la realidad del entorno. Paralelamente se celebrar� en nuestro pa�s una cumbre infantil que tratar� estos complejos problemas, pero falta ver que sean escuchados por las m�s altas autoridades. Dudamos de la eficacia de estas reuniones porque en el desarrollo hist�rico de nuestros pueblos ha sido la postergaci�n de estas anomal�as y esa es la t�nica dominante de futuros congresos. Cuando se proyecten deben destinarse estos fondos para programas como los de nutrici�n, as� como los que eviten la deserci�n escolar que son m�s efectivos. No es con discursos elocuentes como se aliviar� la situaci�n de la ni�ez que quiere algo m�s que palabras. Los desequilibrios sociales que hay en algunos de estos pa�ses que asisten a la Cumbre no les deja tiempo para atender bien a la ni�ez y el ostentoso despilfarro econ�mico en Cadillacs no es m�s que un insulto a la miseria de nuestros pueblos.
PUNTO CRITICO |
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