Las lluvias mermaban ayer y aparecieron los primeros rayos del sol en Bocas del Toro y Chiriquí, aunque la alerta se mantiene.
Las autoridades panameñas no han calculado las pérdidas económicas por el temporal que ha cobrado al menos ocho vidas, hirió a unas 15 personas y mantiene desaparecidas a 18, principalmente en la inundada Bocas del Toro, según reportó la Cruz Roja panameña.
Hay unas 17.707 personas en albergues, 14.860 en Bocas del Toro, aunque el número de afectados contabilizado hasta ahora es de 24.950, de acuerdo con el balance del organismo humanitario.
Las labores de socorro y el envío de ayuda para los millares de damnificados continuaban con la colaboración de aeronaves de Estados Unidos y Colombia.
Mientras que en el aeropuerto de Changuinola seguía llegando carga de alimentos y agua potable en aviones, que luego era distribuida en helicóptero.
La situación era de calma y el clima mejoraba en Changuinola, donde se contabiliza el mayor número de afectados, 16.548, de una población de unos 88.330 habitantes.