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Durante su gobierno despreci� a Centroam�rica. Con trato soberbio y ampuloso, les dec�a "fo" a los presidentes de la regi�n. Pero tan pronto sali� de la presidencia, corri� a ocupar su esca�o en el Parlamento Centroamericano, porque la condici�n de diputado ante esa corporaci�n le da "inmunidad".
�Y c�mo le ha servido esa "inmunidad"! El Poder Judicial la ha admitido como amparo contra la cautelaci�n de bienes y dineros de su propiedad por 6.6 millones de balboas. (Cu�n ofensivas suenan esas cifras millonarias, de cara a los niveles de pobreza en que vive m�s de un mill�n de paname�os.)
Es repulsivo el uso de la llamada "inmunidad parlamentaria" para librar a algunos pol�ticos influyentes del alcance de la justicia. Pero el sector pol�tico no se convence todav�a de la urgencia de ponerle fin al abuso sistematizado de la inmunidad y otras prerrogativas que la constituci�n militarista y las leyes les conceden a algunos servidores p�blicos.
Zafarse de una investigaci�n arguyendo que se posee "inmunidad" es una burla al pueblo paname�o. En una democracia, las normas constitucionales y legales tienen sentido en la medida en que producen efectos democr�ticos. Cuando sus efectos son contrarios al sistema democr�tico, entonces hay que descartarlas.
En una verdadera democracia, nadie-ni procurador, ni legislador, ni ex presidente-est� por encima de la ley. Que este nuevo abuso sirva para fortalecer la voluntad del pueblo paname�o hacia un cambio constitucional profundo y democr�tico, a trav�s de una Asamblea Nacional Constituyente. |
