Edwin Cabrera, combativo defensor de la democracia cristiana, ha dicho que la uni�n entre el Partido Popular y el PRD es �anti hist�rica� (El Siglo, 23 de diciembre). No se equivoca el profesor Cabrera.
Fue su oposici�n al militarismo perredista y la oportunidad que dio a muchos para luchar organizada y doctrinalmente contra la dictadura de los militares y el PRD lo que apuntal� el prestigio del PDC. Si el PRD en nada ha cambiado y sus dirigentes (que son los mismos de antes), no han renegado de su pasado espeluznante, �qu� fundamento puede tener la alianza entre perredianos y populares?
Ninguno m�s que un sentido de oportunidad mal concebido, pues esa uni�n es contra natura. Por eso llor� Astrid Wolff frente a las c�maras de televisi�n, el 25 de agosto de 2000. En ese momento dijo Astrid: �No soy rencorosa, pero no puedo unirme al PRD� (La Prensa, 26 de agosto de 2000).
Ahora que el CEN del PRD pretende pasarlos por manteca, descartando con desd�n a los aspirantes democristianos a la candidatura vicepresidencial, los miembros m�s l�cidos del Partido Popular se preguntan en qu� les conviene la alianza pactada hace tres a�os. Al final se quedar�n sin hacha, calabaza y miel: sin partido y sin vicepresidente. Y ser� el llanto y el crujir de dientes.
Al lado del PRD, el futuro que les espera no es nada halagador. Ojal� recapacitaran a tiempo los populares y escogieran un mejor camino. |