El atestado metro moscovita se convirti� en blanco del terrorismo, con una explosi�n que le cost� la vida a 39 personas y caus� heridas a m�s de 150, con el separatismo checheno y las elecciones presidenciales del 14 de marzo como tel�n de fondo.
Seg�n las investigaciones preliminares, el atentado pudo ser perpetrado por una suicida y por un c�mplice de rasgos caucasianos que se encuentra pr�fugo. La polic�a atribuye el atentado a los separatistas chechenos, hip�tesis adelantada tambi�n por el presidente ruso, Vladimir Putin.
Sin embargo, los dirigentes de la guerrilla independentista y la autoproclamada Rep�blica Chech�n de Ichkeri (RChI) rechazaron su implicaci�n en la matanza, y lo atribuyen al inter�s de un clima electoral enrarecido por el miedo y favorable al actual gobernante ruso.
Seg�n inform� el Ministerio de Situaciones de Emergencia ruso, una bomba estall� cuando el segundo vag�n de un tren se adentraba en el t�nel, a unos 300 metros de la estaci�n Pavel�tskaya, en direcci�n a la Avtosabodskaya.
Tras la explosi�n, en plena hora punta, todo el tren ardi� en llamas, las cuales se propagaron por el sistema de ventilaci�n del t�nel, aunque muchos de los pasajeros, unas 1,500 personas, lograron salir y recibir la ayuda de los equipos de rescate y emergencias.
La violencia de la explosi�n, equiparada por los expertos a la potencia de tres kilos de trilita, precipit� el convoy a unos 300 metros cuando circulaba a 60 kil�metros por hora, y la deflagraci�n se vio aumentada al detonar el explosivo en un vag�n cerrado.
Restos de las v�ctimas se incrustaron en el techo del t�nel, seg�n los testimonios de los miembros de los equipos de emergencia que atend�an a las v�ctimas en las estaciones afectadas.
La evacuaci�n de m�s de 700 supervivientes termin� apenas dos horas despu�s de la explosi�n y los bomberos sofocaron el fuego, aunque los equipos de rescate contin�an en el lugar de la tragedia recuperando cuerpos sin vida y restos humanos, as� como intentan localizar otros posibles supervivientes.
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