La mitad de su cuerpo está paralizada, pero José "Pepe" García sigue tan entusiasta como siempre. Su vida cambió en minutos luego de un accidente automovilístico ocurrido a finales del 2007. Una lesión en la columna mantiene al ex secretario general de la Asociación de Profesores de la República de Panamá en una silla de ruedas.
Quien por años dirigió al gremio magisterial, recibe ahora de vuelta el apoyo firme de sus colegas, quienes han hecho significativos aportes en la búsqueda de un procedimiento médico que devuelva la movilidad a sus piernas. Con el apoyo de los docentes, su familia y amigos, fue recientemente a Cuba, para obtener un diagnóstico de su estado de salud.
"Me dijeron que la situación no es fácil. Es un proceso largo y somos conscientes de eso... hay alguna posibilidad de volver a caminar".
Durante esta visita sólo lo pudieron evaluar. Una úlcera complicada en su talón izquierdo debe estar curada antes de iniciar cualquier tratamiento.
Mientras estaba en Cuba, los educadores se comunicaban con él y le insistían que se quedara, pero los convenció de que era mejor regresar porque en el actual estado, no lo iban a tratar.
Sin embargo, el gremio mantiene en su agenda esta posibilidad de encontrar una respuesta en la medicina cubana.
La noche del accidente, José se mantuvo consciente y no sabe de dónde salió aquel hombre que lo socorrió y le puso un cuello ortopédico. Su testimonio es de entereza y mucha fe: "En la ambulancia me quedé dormido. Al día siguiente me habían operado en la Caja de Seguro Social. Cuando desperté, le di gracias a Dios por estar vivo. En ningún momento he mirado para atrás. Las cosas tienen que ocurrir y cuando ocurren, hay que enfrentarlo.
No tengo palabras para agradecer a tanta gente su muestra de afecto. En una tarjeta que le envié a los compañeros del colegio quería decirles tantas cosas pero lo que más me salía era: �Gracias!".