Un árbol de teca acabó con la vida de Emérito Acosta, de 35 años, cuando trabajaba en una finca privada en la comunidad de Arenales, en Jacú, Bugaba.
El accidente se registró antes del mediodía de ayer, miércoles. Acosta medía los pedazos de madera que sus compañeros cortaban cuando ocurrió todo. Aparentemente estaba desprevenido cuando el árbol caía golpeándolo fuertemente en la cabeza y la nuca.
Julisa Ríos, personera municipal de Bugaba, confirmó que el cuerpo presentaba-a simple vista-lesiones en el cráneo, hematomas y sangrado en nariz y boca.
Ríos añadió que hasta ahora, dentro de la investigación que se inicia con el levantamiento del cuerpo, todo indica que la muerte fue producto de un accidente.
Al lugar del hecho, bastante lejos de la comunidad de Arenales, donde Emérito vivía con su esposa, llegaron vecinos y otros familiares.
El padre de la víctima tuvo que ser sacado del lugar producto de la impresión al ver a su hijo muerto sobre el monte donde trabajaba para mantener a la familia.
Los que estaban en el lugar describieron a Emérito como una persona trabajadora y buen vecino.