El segundo vicepresidente de la República y ministro de la Presidencia, Rubén Arosemena Valdés, defendió las "facultades extraordinarias" que solicitó el Ejecutivo a la Asamblea Nacional y negó que su presencia en el pleno haya sido un castigo por parte del mandatario Martín Torrijos y el resto de su gabinete.
Arosemena fue el único representante del Ejecutivo en el pleno durante la discusión que se hizo para la aprobación de estas facultades, lo que le valió al diputado panameñista Manuel Grimaldo, tildarlo de ser "castigado" para defender este proyecto.
"Con mucha responsabilidad estuve presente en el pleno y mi presencia no es ningún castigo", le dijo Arosemena a Grimaldo.
En otro aspecto, Arosemena destacó que esta misma semana iniciarán las consultas respectivas con los sectores involucrados en los temas que se abordarán mediante decretos leyes, con el fin de que cada una de las partes exprese su punto de vista y se hagan los cambios necesarios para adecuar cada una de estas leyes.
El proyecto de Ley 389 le concedió facultades extraordinarias al Ejecutivo para tratar temas concernientes a la Migración, Aduanas, así como aquellos que rigen la Superintendencia Bancaria y en el aspecto Turístico.
Según Arosemena, el Gobierno optó por solicitar estos poderes, considerando que son cuatro áreas sensitivas, que requieren de un trámite más expedito, y a la Asamblea Nacional en período ordinario, le tomaría mucho más tiempo atender.
"Estas áreas han tenido un desarrollo grande en los últimos años y las legislaciones actuales se han quedado obsoletas, por ello urge atenderlas en estos dos meses", dijo.
No obstante, cada una de estas leyes llegará a la Asamblea Nacional a partir del 1 de marzo, cuando los diputados vuelvan a sus actividades normales.