Las protestas, los ataques y las amenazas marcaron ayer en Gaza el inicio de la primera visita a Israel de George W. Bush, como presidente de Estados Unidos.
Mientras Bush recibía elogios y halagos en Jerusalén, su presencia en la región era acogida en Gaza con manifestaciones, enfrentamientos y llamamientos para asesinarlo.
Un grupo palestino autodenominado "Ejército de la Nación Islámica" exhortó en una rueda de prensa en Jan Yunes, al sur de la franja, a asesinar "al criminal Bush, jefe de los infieles".
El grupo acusó a EEUU de encabezar, "al frente de los cruzados, una guerra contra los musulmanes, afganos, chechenos y palestinos". El llamamiento al magnicidio se sumó a las manifestaciones de centenares de palestinos por la visita de Bush a Ramala (Cisjordania).