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El disquete es un medio de transporte de datos extremadamente frágil. Pero con unas cuantas consideraciones y cuidados, nos durarán mucho. No es cierto que la grasa, los antibióticos, ni los bronceadores son buenos para los disquetes, siga estos consejos para un buen cuidado.
No los deje bajo el sol por largo tiempo, acabarán deformándose. A pesar de su cubierta metálica, los disquetes son muy sensibles al polvo. Guárdelos en un lugar sin polvo y sin humedad.
No los doble. Aléjelos de campos magnéticos fuertes como transformadores, pantallas de televisión o el monitor de la PC, parlantes y todo artefacto eléctrico que tenga bobinas. Póngale etiquetas a sus disquetes. No confíe en su memoria. Pero tenga cuidado en donde pone las etiquetas. Evite ponerlas unas sobre otras, ya que pueden dificultar su introducción o - lo peor en máquina ajena - su extracción.
Si los datos que almacena son muy importantes, sáquele copias. Los disquetes tienen la mala fama de dañarse en el momento más inoportuno. Periódicamente revise los disquetes que más utiliza y realice un "ScanDisk". |
