Indígenas de las zonas comarcales de San Félix, Chiriquí, tumbaron la cerca del Centro Deportivo Los Naranjos, donde los panameñistas realizaban su convención extraordinaria en Boquete.
El grupo pasó por encima de la voluntad de los delegados electorales, quienes no pudieron impedir que la marcha avanzara hasta las puertas del recinto donde se realizaba el evento político.
La incursión a la fuerza de los manifestantes provocó preocupación entre los panameñistas. Una delegación de convencionales del la Comarca intentó mediar con los que protestaban sin obtener éxito.
Los intentos fallidos provocaron que el vicepresidente Juan Carlos Varela tomara las riendas del diálogo con los dirigentes de la protesta indígena.
Varela afirmó que el Gobierno está abierto al diálogo, pero instó a los indígenas a desechar los cierres de calle como medida de protesta.
Señaló que los manifestantes tienen puntos de vista que deben ser revisados y atendidos por el Ejecutivo.
Entre tanto, Rogelio Montezuma, de la Coordinadora por la Defensa de los Recursos Naturales, argumentó que si bien es cierto el Gobierno ha dicho que Cerro Colorado no está en la mira de la explotación minera, en el lugar hay chilenos y canadienses hablando del proyecto.
"No se puede estar peleando por algo que se considera un derecho y que ello signifique afectar la vida y derechos de terceros", agregó.
Adelantó que se mantiene en pie la protesta nacional del 24. Los indígenas reclaman la derogación de la Ley 8 del 11 de febrero de 2011, que reformó el Código de Recursos Minerales.
La manifestación en San Félix se dio horas antes de otras dos desarrolladas en Boquete y en la ciudad capital. En la Cinta Costera, centenares de ambientalistas, miembros de la sociedad civil, estudiantes, políticos y activistas marcharon para repudiar la Ley 8.