El sueño se convirtió en realidad. La selección sub-17 de Panamá escribió su propia historia al vencer ayer 1-0 a su similar de Costa Rica, y así clasificarse, por primera vez, al Mundial de la categoría que, este año, se realizará en México.
Ambos oncenos (Panamá y Costa Rica) saltaban a la cancha conscientes de la gran responsabilidad que tenían en frente y sabiendo que cualquier error les podría dejar sin opciones de obtener el boleto a tierras aztecas. Esto, sumado al mal estado de la cancha, que no permitía desarrollar un juego fluido, hizo que el cotejo no fuera el más vistoso.
La primera parte careció de emociones en una y otra portería, por la fuerte presión que se ejercía en medio sector. Para el segundo acto, el libreto no varió mucho.
Pasaban los minutos y el 0 predominaba en la pizarra.
Pero, a los 76 minutos, se gestó la gran hazaña. Omar Browne, quien tenía pocos minutos de haber ingresado al campo, envió un pase sobre las espaldas de los defensores ticos, quienes no pudieron contener el esférico, situación que fue aprovechada por Alfredo Stephens, quien realizó un control dirigido y con una sutil definición de pierna derecha convirtió la anotación que hizo estallar de emoción a todo el pueblo panameño.
Costa Rica lo intentó sobre el final, sin embargo, el tiempo no les alcanzó para igualar la pizarra.