El Real Madrid encarriló ayer el pase a los cuartos de final de la Liga de Campeones, tras lograr un sufrido empate ante el Olympique Lyonnais, gracias a un gol de Karim Benzema, anotado nada más al entrar en el campo del togolés Emmanuel Adebayor.
Una ligera ventaja que le tocará defender en el Santiago Bernabéu, ante un equipo al que sigue sin ganar, pese a que ya son siete los partidos que han disputado en la máxima competición europea.
La maldición y los fantasmas seguirán presentes por tanto hasta el partido de vuelta.
La primera anotación del cotejo llegó en la mejor combinación del frente de ataque blanco en todo el partido, un triangulación entre �zil, Cristiano Ronaldo y Benzema, que el francés se ocupó de materializar en gol con una serie de regates en la frontal del área pequeña.
Siete minutos para el final, Gomis empató el partido al rematar solo frente a Casillas un balón que había desviado previamente Cris con la cabeza, en una jugada a balón parado.