El público panameño demostró en el concierto de Paulina Rubio que se puede combinar muy bien la adrenalina, ejercicios, euforia y buena música.
A pesar de que La Chica Dorada debía estar en el Teatro Anayansi a las 8:45 de la noche y llegó a las 10:00 p.m., su público la esperó pacientemente para escuchar y vivir su gira Gran city pop.
La mexicana, al principio, no interactuó mucho con el público y se dedicó a cantar, que era lo que quería la gente, por ello arrancó el show con temas como: Algo de ti, Ni una sola palabra, Lo haré por ti, entre otros que fueron coreados a todo pulmón.
A medida que avanzaban los temas, el público se emocionaba cada vez más y la artista ni se diga, así que comenzó a preguntarle a los presentes cómo estaban y a dar las gracias cada vez que finalizaba un tema.
Bienvenidos a 'Gran city pop', los invito a quemar calorías, fue una de las cosas que dijo la Pau antes de dedicar la canción Yo no soy esa mujer a las mujeres del siglo pasado y a las de este.
Y siguiendo esa onda de despecho, Paulina interpretó la ranchera El último adiós, que hizo estremecer al público, el que se unió en una sola voz con La Chica Dorada.
La euforia de los asistentes al Anayansi fue total, hubo personas que saltaban, se paraban en las sillas y gritaban emocionadas cada tema; tanto así que sólo permanecían sentados unos minutos y volvían a levantarse.
Dame otro tequila, Ni rosas ni juguetes, Nada puede cambiarme, Baila casanova, Mío, Algo tienes, Si tú te vas, que cantó en inglés, formaron parte del repertorio de la diva que en algunas canciones salía con diferentes accesorios, como sombreros, lentes oscuros, bastones fluorescentes, entre otros.
Al final, La Chica Dorada presentó a su banda, a la que considera su segunda familia, se despidió para ir a cambiarse y luego salió para interpretar Causa y efecto tocando la guitarra, y cerró su presentación con la canción Y yo sigo aquí, con la que dejó a muchos panameños con ganas de más.