Jueves 4 de marzo de 1999

 








 

 


FAMILIA
"Viviendo un día a la vez"

Joaquín A. Arias E.
Presidente Pro Vida

Hoy es el único día que usted puede vivir, mañana no ha llegado y no sabemos qué pueda ocurrir. El ayer, con todos sus errores y todos sus placeres se ha ido para siempre. El hoy está aquí con su promesa de lo que usted quiera hacer, hoy puede sentir que se encuentra en una terrible situación pero por medio de sus esfuerzos hará del presente algo mejor si deja de vivir en el pasado y en el futuro. Ya sea que el presente parezca bueno o malo, es lo único que verdaderamente usted posee. El siempre actual ahora es infinitamente precioso. Si tiene un hijo grande ya, que dejó el hogar, usted mira una fotografía de él cuando era chico y enseguida todos los recuerdos de esa época vuelven a su mente. Quizás por un momento desearía que él fuera niño otra vez para tenerlo nuevamente en casa, esos años tiernos ya han pasado rápidamente, los han disfrutado mucho y usted quisiera que durasen más. En este momento de remembranzas se da cuenta de cuán veloz pasa cada día, y entonces realizamos que el pasado sólo puede ser recordado con placer si el presente es vivido a plenitud. Bien conoce lo inútil de la ansiedad por el futuro y de la lamentación por el pasado inmutable. El siempre actual ahora contiene las semillas de la eternidad; en un breve instante usted se puede dar cuenta de sí mismo y de su mundo.

Si se encuentra tranquilo con sí mismo, el momento presente le ofrece una oportunidad para un toquecito celestial. Si no se siente contento consigo mismo, el momento presente puede traerle una pequeña porción de tortura que sólo puede describirse como un infierno. Aunque usted sabe cuán precioso es el presente, a veces estrelaza las fibras de la tragedia con su persistente hábito de gastar más tiempo viviendo en el pasado y en el futuro que en el siempre actual ahora. El presente momento es suficientemente amplio e interesante para ocupar toda nuestra atención si aprendemos a enfocar nuestro interés en él. Los que hemos aprendido a pensar y a vivir de esta manera, encontramos que el presente es un momento de ininterrumpida expansión por el cual pueden fluir todos sus pensamientos y energías.

Jesús dijo: "nadie puede servir a dos señores" entendiendo entonces, que la unidad mental es el precio que debemos pagar para obtener la verdadera personalidad humildemente bien ajustada. Podríamos parafrasear, y tomarlo como: Nadie puede servir el ayer, y al mañana. Viviendo plenamente el presente, encontramos nuestra verdadera estabilidad mental que a su vez da un balance emocional y físico y así el organismo funciona hacia una realidad positiva y feliz. La dificultad puede estar a nuestro alrededor; las enfermedades, la muerte y el desespero parecen ser nuestra suerte, pero para cada uno, en este momento hay algo que hace la vida digna de vivirse y eso lo encontraremos si nos concentramos en el diario vivir. La autocompasión, la falsedad interior, el resentimiento, la hipocresía y la ansiedad, son enemigos de estos momentos de apreciación pero el gozo de la vida nos llegará si lo buscamos, viviendo un día a la vez.

 

 

 

 


 

BOLETIN COMUNITARIO
Delegados Electorales observan caravanas de partidos políticos

Celebrarán congreso sobre esterilidad

 

PRIMERA PLANA | PORTADA | NACIONALES | OPINION | PROVINCIAS | DEPORTES | LATINOAMERICA | REPORTAJES | VARIEDADES | CRONICA ROJA | EDICIONES ANTERIORES


 

 Copyright 1995-1999, Derechos Reservados EPASA, Editora Panamá América, S.A.