Es sumamente impactante ver a tanta gente tratando de recibir un plato de comida, ropa usada y dinero, con el fin de llevar algo para sus casas.
Pobreza y humildad es lo que se puede apreciar el día 8 de marzo por la celebración de San Juan de Dios en La Villa de Los Santos.
La señora Agripina Monterrey tiene 3 hijos discapacitados, pero sólo pudo llevar a Víctor Moreno, quien se encuentra postrado en una silla de ruedas, sin saber qué pasa a su alrededor.
El junto a su madre viajó desde Sabana Grande de Pesé, con la esperanza de llevar algo de comida a su casa, ya que su papá es el único que trabaja como aseador en el Ministerio de Obras Públicas, pero ese dinero no alcanza para mucho.
Mientras que la maestra Mercedes Bernal, lleva años ayudando en esta celebración religiosa, contó que sus padres le dejaron como misión seguir ayudando a las personas más necesitadas.
Su papá en vida regalaba la leña con la que se cocinaba los alimentos y su mamá vendía las gallinas que tenía, con el propósito de regalar ese dinero a los que más lo necesitaban.
La Villa de Los Santos una vez más hace historia, porque su gente se involucra en cuerpo, alma y corazón en una de las celebraciones más hermosas, que sus ojos puedan ver.