Que un niño no sienta emoción por ir a la escuela es triste, pero que un maestro sienta poco motivación por impartir las clases es más preocupante.
Pero según un estudio reciente, un ambiente escolar "empobrecido" influye mucho en estos estados de ánimo, incluso en la salud mental.
El estudio no prueba que las aulas con mayores desafíos causen directamente problemas de salud mental en los niños. Sin embargo, "estar en un aula con falta de recursos podría afectar negativamente la salud mental de los niños porque se sienten frustrados o desalentados por su entorno", señaló la autora líder del estudio, Melissa A. Milkie, profesora de sociología de la Universidad de Maryland.
"Los profesores podrían también sentirse más desalentados o ser más duros cuando no pueden enseñar de forma adecuada debido a que les faltan elementos claves", explicó en un comunicado de prensa de la Asociación Estadounidense de Sociología.
El estudio se basa en entrevistas con padres y profesores de unos 10, 700 estudiantes de primer curso en EE. UU.
Los investigadores encontraron que los estudiantes en aulas con menos recursos, en cuanto a materiales didácticos inadecuados y maestros que no se sentían respaldados por sus colegas, eran más propensos a experimentar problemas en varias áreas de salud mental. Las áreas consideradas en el estudio incluyen la atención, las peleas, la ansiedad y la tristeza, y la formación de amistades.
"Que los maestros obtengan el respaldo y aliento que necesitan de sus colegas, lo que incluye al director, probablemente sea importante para poder crear un clima en el aula que ayude a que los niños prosperen", apuntó Milkie. "Si los profesores se sienten estresados porque no obtienen lo que necesitan de sus colegas, ese estrés podría transmitirse a los niños".
El estudio aparece en la edición de marzo de la revista Journal of Health and Social Behavior.