El ex vicepresidente de la República, Guillermo Ford Boyd, murió ayer. Fue un político valiente que no se andaba con paños tibios para decir lo que pensaba. Era un hombre de una sola pieza y así lo reconocen sus amigos y adversarios políticos.
Todos recuerdan su lucha abierta contra la dictadura militar y el ataque que sufrió en mayo de 1989 por grupos paramilitares a la altura del parque de Santa Ana.
Egresado del colegio La Salle y militante por años del partido Liberal, luego fue fundador del Molirena, colectivo del que fue presidente.
En los comicios de 1989 fue candidato a la segunda vicepresidente por la Alianza de Oposición Civilista. En esa campaña por su fuerte timbre de voz se ganó el apodo de "Gallo Ronco" e hizo famosa la frase: "esta vaina se acabó", en alusión a los últimos días de la dictadura militar.
Junto a Guillermo Endara y Ricardo Arias Calderón asumió el poder tras la invasión norteamericana del 20 de diciembre de 1989, luego que se reconoció el triunfo de esa nómina en las elecciones de 1989 que habían sido anuladas por el régimen del general Manuel Antonio Noriega.
Además de la vicepresidencia ejerció funciones de Ministro de Planificación donde promovió las primeras privatizaciones de empresas estatales y un programa de retiro voluntario de servidores públicos.
Ford también ejerció el cargo de Embajador en Washington en el gobierno de Mireya Moscoso. Luego como dirigente de Unión Patriótica volvió a acompañar a Endara como su vicepresidente en la campaña de 2009.