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Julissa Ortega parece estar decidida a despojarse de sus supuestos miedos y revelar a las autoridades dónde está la niña Mónica Serrano, por lo menos, eso fue lo que le advirtió ayer a Jorge Jaén "El Cojo", quien supuestamente la tiene amenazada de muerte, durante uno de los careos que realizó la Fiscalía Auxiliar.
Fue un largo día para Julissa. Ayer también fue sometida a un extenso careo con la esposa de "El Cojo", Kathia González, y a otro con el padre de la niña, Castor Serrano.
La intención de las autoridades es determinar quién miente y quién dice la verdad, aunque ya tienen algunos elementos de juicio.
Según explicó el delegado de la Fiscalía Auxiliar, Ronier Ortiz, los resultados de los exámenes psicológicos y psiquiátricos a los que fueron sometidos Julissa y Jaén, determinaron que la primera está ansiosa y tiene miedo, mientras que el segundo, "El Cojo", miente. Sin embargo, ambos son perfectamente imputables y pueden enfrentar a la justicia.
Paralelamente, ayer se realizó una rueda de reconocimiento para acreditar un nuevo elemento aportado por Julissa al expediente, en el que asegura que entregó a la niña a una exmujer del padre de Mónica. La mujer llamada Ana María Díaz, según Julissa, no estaba de acuerdo con la unión de Mónica García y Castor Serrano, madre y padre de la niña Mónica, y por ello les hizo la vida imposible al punto de amenazar a la madre de la menor y exigirle que abortara.
Durante el reconocimiento realizado en el Centro de Rehabilitación Femenino, Julissa debía reconocer entre al menos diez mujeres a Ana María, la supuesta mujer a quien entregó a la bebé, por encomienda de Jorge Jaén, quien se encargó de ocultarla y movilizarla para evitar a los investigadores.
La fiscalía también ordenó ayer el traslado de todos los detenidos -hombres- al Centro Penitenciario La Joya y a las mujeres al Centro de Rehabilitación Femenino. Por el momento, hay siete arrestados, entre ellos: Jorge Jaén "El Cojo" y dos de sus choferes, uno de ellos de nombre Luis Oriel Ramos; también José Vera, el sordomudo.
Por su parte, el fiscal Auxiliar, Carlos Augusto Herrera, pidió a los medios de comunicación un bajo perfil sobre el caso de Mónica Serrano, ya que las pesquisas han logrado determinar que se ha montado una estrategia para mandar mensajes que pueden afectar la investigación y hasta cerrar el expediente.
Explicó que están por determinar las razones por las que Julissa no revela la ubicación de la menor, pero sospechan que cada vez que habla a los medio envía mensajes a las personas que tienen a la menor. |