EDITORIAL
El mundo se divide en dos
En todos los continentes sólo se habla de la guerra en Irak. A pesar de la decisión de Estados Unidos de atacar a ese país sin contar con el apoyo del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, no hay duda que ha puesto a muchos entre el sí o el no.
Panamá fue uno de los países que se mostró muy cauteloso en definir su planteamiento. Bien claro lo dijo la presidenta de la República, Mireya Moscoso: Panamá se somete a la decisión de las Naciones Unidas.
Otros países en cambio han sido más radicales en pedir el desarme de Irak. A una semana de los acontecimientos militares, el propio Bush comienza a recibir severas críticas en su país. "No war", es una de las muchas consignas que pronuncian a diario los pacifistas en sus protestas, mientras otros dicen apoyar a las tropas apostadas en Irak.
Mientras el mundo intenta en llegar a un acuerdo, las naciones ponen en entredicho que la solución para resolver cualquier diferencia, sea cual sea, es a través de la guerra. Es por la fuerza.
La situación de conflicto podría ser mucho peor, de lo que el resto de las naciones aprecian en sus televisores. Esto lo saben los panameños deseosos de la paz, pues así se hizo sentir en las calles. El grito de paz se escuchó en las avenidas con la marcha que realizó la Federación de Escuelas Católicas de Panamá.
Los integrantes de esta manifestación mostraron su desacuerdo con la guerra que mantienen Estados Unidos e Irak. En esta marcha participaron 18 colegios que portaban pancartas alusivas a la paz.
Ya se siente el rechazo y cada día no se sabe qué tono tomarán estas protestas que a diario se registran en Estados Unidos, Panamá, Argentina y otros países. Recientemente la Iglesia Católica de Panamá cuestionó el ataque bélico de Estados Unidos contra Irak, calificando la acción como "absurda" y "abominable".
Lo deleznable es que el hombre se siga matando para encontrar la paz, por el momento, el mundo seguirá dividido en dos. Nos queda única y exclusivamente arrodillarnos y pedir perdón por los pecados de la humanidad.
PUNTO CRITICO |
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