Jaureliano Olivos González, un niño kuna de tan sólo 13 años, era el nombre del "pavo" que en la madrugada del Viernes Santo, murió al caer y ser arrollado por el autobús con placa 8B-2947 en el cual laboraba.
La difícil situación económica de su familia lo obligó a tratar de ganarse algo como secretario del autobús de la ruta Torrijos-Carter-Tumba Muerto, que la noche del accidente era manejado por Luis Ramos, de 19 años.