En cuatro temporadas, Miguel Oyola, presentador de Canta Conmigo, ha aprendido a controlar sus propias emociones, la del público y en especial la de los niños.
Compartir casi dos meses con diez niños, que con el tiempo nace un cariño como si fueran de su familia, no es una tarea fácil para Oyola, debido a que tiene que tratar con diferentes carácter, unos más dóciles que otros, pero al final les gana la batalla.
Según expresó Oyola el programa ha representado un crecimiento significativo en su carrera profesional y personal, y este fue un reto que supo vencer desde el primer día que le hicieron la propuesta de ser el presentador de Canta Conmigo. Lo más importante de todo, es que este locutor de Súper Q, confesó que él ha nacido esperando el "hilito" de los retos.
A pesar de que ayer, fue el último programa de este concurso infantil, Miguel se siente satisfecho por haber puesto su toque característico, por el cual, en los primeros años era el terror del público, debido a la presión que ejerce en los padres a la hora del quiz, comentó que muchas personas en la calle le decían que tenía que ser menos drástico, pero al pasar el tiempo han comprendido que ese es su trabajo como presentador.
Con la final de Canta Conmigo, se inicia otra faceta para "Miguelito Style", como también se le conoce al presentador, debido a que es uno de los personajes en la serie de TVN "Sueños de verano".
Aquí, tendrá que personificar a un hombre transparente, muy correcto en las cosas que hace, que además sufre el abandono de su esposa, por lo que tiene que criar a su hijo y también a su ahijado. Expresó que es un personaje diferente a Miguel Oyola, pero le gustó el rol que desempeñó en este proyecto.