La política mantiene completamente dividida la comunidad de Mortí, al extremo que los activistas de diferentes partidos políticos han formado sus kioscos de venta de víveres y cada simpatizante compra en la tienda del partido que apoya, señaló un educador que solicitó reserva de su identidad.
Comenta que el poblado parece una feria, "y en todo el país no he podido observar un pueblo que viva la política más que Mortí, llegando al extremo de tener kioscos por partidos para venderles víveres a sus simpatizantes". Cuando un activista consigue una donación solo la distribuye entre simpatizantes de su colectivo.