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CUARTILLAS
Pich�n
Como ocurri� con el pajarillo de mi experiencia, la realidad es a veces cruel. Al animalillo le cost� la vida. A un adolescente puede provocarle tan grandes males, que ser�n peores que la muerte f�sica.
 
Milciades A. Ortiz Jr.
Colaborador
Los "sangre-de-toro" estaban alborotados ese mediod�a, al frente de mi casa. Era un piar angustioso, que llamaba la atenci�n. El jardinero dijo que se hab�a ca�do un pich�n de su nido. Le orden� que lo subiera otra vez al nido, en un �rbol de varios metros de altura. No encontr� el nido. Entonces comenc� a preocuparme por el destino del peque�o p�jaro rojo y negro, que se hab�a ca�do del nido seguramente por inquieto y atrevido. Quise coger el p�jaro para protegerlo. Con su d�bil pico me picote� los dedos varias veces; luego salt� y trastabillando, trat� de escaparse, pero no pudo. Moj� mi mano y le di agua a gotas que tom� ansioso. Hice un falso nido con papel peri�dico, pero el pich�n se dio cuenta del enga�o... y salt� al patio, huyendo. Lo captur� el jardinero y me lo devolvi�. Acomod� mejor el falso nido y... �nada! Apenas lo met� en el hueco, salt� moviendo sus rudimentarias alitas. Di orden que lo pusieran en la orqueta de un �rbol. Varios "sangre-de-toro" se la pasaban volando bajo, a pocas pulgadas de nosotros. Piaban desesperados, tratando de que no le hici�ramos algo malo al pich�n inquieto (hiper-activo, si fuera ni�o). Bueno, no hab�a nada m�s que hacer. Dej� el avecilla y sus parientes para que se las arreglaran como pudieran, aunque sab�a que "no pueden levantar" al pich�n y llevarlo a su nido. Luego de la siesta en la hamaca me despert� inc�modo. Todav�a escuchaba el piar angustioso de la pajarita (seguramente la madre del travieso pich�n). Pens� que no pod�a alimentarlo ni enviarlo a la asociaci�n protectora de animales. As� que decid� que la madre naturaleza siguiera su curso y su destino, y trate de olvidarlo. Entonces me puse a filosofar. Me vino a la mente que lo ocurrido con el pich�n inquieto tambi�n sucede con los seres humanos. Con raz�n algunos antrop�logos insisten que hay conductas entre animales inferiores y "superiores" (hombre) que son id�nticas. Record� casos de muchachos inquietos y ansiosos de conocer el mundo real antes de tiempo, que abandonan sus casas paternas inmaduros. Ellos tambi�n est�n expuestos a los peligros de la vida real, como son las drogas, malas compa��as, diversos vicios y en fin, echar por la alcantarilla su destino. Esos adolescentes se creen muy listos; piensan que sus padres son un estorbo para que ellos hagan "su vida". No pueden esperar a estar debidamente preparados para enfrentar la vida (tener las alas con todas sus plumas, para poder volar, en el caso del pajarito). La mayor�a de esos jovencitos que se convierten en problemas para sus progenitores, terminan mal. Y le causan muchos dolores de cabeza a sus angustiados padres (era impresionante ver la angustia de la pajarita porque su hijo se hab�a ca�do del nido). Ojal� mis palabras lleguen al coraz�n de alg�n chiquillo que est� pensando que ya es adulto, que "se lo sabe todo" y quiere dejar antes de tiempo al hogar y la protecci�n de sus padres. Como ocurri� con el pajarillo de mi experiencia, la realidad es a veces cruel. Al animalillo le cost� la vida. A un adolescente puede provocarle tan grandes males, que ser�n peores que la muerte f�sica.
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