La ilusión de ser madre para María del Carmen Batista, una joven de 32 años, se ha convertido en una película de terror.
El 1 de abril de 2008 llegó al Cuarto de Urgencias de Ginecología del Hospital Integrado San Miguel Arcángel con un leve sangrado, sin saber que un día después despertaría en el sexto piso del Hospital Santo Tomás, en la sala de Cuidados Intensivos.
Al llegar al San Miguel Arcángel la atendió el doctor de turno, quien buscó una segunda opinión con otro médico, quien la examina y se percata que el feto tiene una extremidad (un pie) en el canal de parto, y por lo tanto está a punto de nacer.
El galeno le explica que las probabilidades de que el bebé sobreviviera eran negativas, debido al poco tiempo de gestación.
Una vez conducida a la sala de parto le dicen que tiene que hacer la labor sola y que el feto viene de pie, recuerda Batista.
Decidieron jalarme el feto por los pies, y el doctor nunca me indicó que pujara. Cuando el bebé salió, el Dr. dijo: "fue un varoncito, nació muerto, nació sin vida".
Al llegar la pediatra examina al bebé con el estetoscopio y se percata que tiene frecuencia cardiaca y proceden a reanimarlo, entubarlo y colocarlo en una encubadora.
Mientras los médicos atendían al bebé, María del Carmen continuaba con su pesadilla. Al no expulsar la placenta, el doctor trata de sacarla con los dedos, luego le indica que va a introducir la mano completa.
Al no poder despegar la placenta, utiliza una pinza con forma de tijera, la cual se la introduce por la vagina, provocándole la ruptura de la placenta, pero otra parte quedó adentro del útero.
Ante lo sucedido, la envían al salón de operaciones, en donde le realizan un curetaje, limpieza y raspado de paredes; la anestesiaron y se durmió.
Al despertar, tenía un vendaje en el vientre con una cicatriz que le recordará esta gran pesadilla que aún no finaliza, una canalización en el cuello, un drenaje llamado Jackson Pratt, una sonda, otro drenaje vía vaginal llamado PENROSE y aparatos para medir la frecuencia cardiaca.
Hoy, María del Carmen, a quien le practicaron una histerectomía y le sacaron la matriz porque sufrió una hemorragia, abraza la esperanza de que su pequeño bebé de 1 libra y �, recluido en el Hospital del Niño, sobreviva, porque no podrá tener más hijos.
