El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, confirmó, después de varios días de incertidumbre, la presencia de su país en la cumbre sobre Irak prevista para el 3 y 4 de mayo en la ciudad egipcia de Sharm el-Sheij, al tiempo que anunciaba la próxima liberación de sus cinco funcionarios detenidos por EE.UU. en Irak.
Ahmadineyad tras superar sus reticencias a participar en esta reunión de ministros de Exteriores, que atribuyó a la elección del lugar y la agenda propuesta, ha confirmado su asistencia al primer ministro iraquí, Nuri al-Maliki, en una conversación telefónica.
Hace cinco días, el ministro de Exteriores iraquí, Hosiyar Zebari, sólo había podido arrancar de las autoridades iraníes, durante un viaje a Teherán, la promesa de que tomarían una decisión firme sobre este asunto en los próximos días.
Irán es considerado un Estado clave para la seguridad y la estabilidad de Irak debido a la gran influencia que ejerce sobre amplios sectores de la población chií iraquí.
DESCONFIANZA
Washington acusa a Teherán de suministrar armas con las que supuestamente grupos insurgentes en Irak atacan a las fuerzas estadounidenses.
Además, la comunidad suní iraquí asegura que Irán apoya a las milicias chiíes para fomentar el secuestro y los asesinatos de miles de suníes.
Teherán, además de mostrar en varias ocasiones sus reservas por el lugar y los temas que se debatirán los próximos 3 y 4 de mayo, ha negado con vehemencia que su participación estuviera condicionada a la liberación de cinco diplomáticos iraníes detenidos por EE.UU. en Irán.
En este sentido el ministro de exteriores iraní, Manucher Mottaki, volvió a responsabilizar a principios de semana a EE.UU. de su arresto y a Bagdad de su liberación.
Pocas horas después de la confirmación de Ahmadineyad a Maliki, un alto funcionario iraní destacado en Bagdad aseguró que los cinco funcionarios iraníes serán liberados en los próximos días, según la agencia semioficial iraní Mehr.