Mientras el costo de vida sube incontrolable, los consumidores de menos ingresos económicos, que son la mayoría de la población, observan con pavor como el dinero se esfuma en sus manos
De acuerdo a cifras oficiales, durante los 3 últimos meses la Canasta Básica aumentó 2.1 por ciento lo que representó un incremento acumulado de casi cinco balboas.
Las amas de casa cada semana se llevan la sorpresa de nuevos aumentos: ayer fue el arroz, hoy las carnes y mañana los combustibles, en una dinámica incontrolable.
En los últimos meses, los precios de alimentos de primera necesidad aumentaron así: las carnes 2.4 por ciento, pescado 6.8 por ciento y las frutas 12.4 por ciento.
Las autoridades "Competentes" se han mantenido indiferentes ante esta avalancha de alzas, que siempre se inicia con el incremento de precios de la gasolina, causante del encarecimiento de alimentos y servicios.
Las autoridades no se inmutan y culpan de todo al vaivén natural del libertad de mercado, reglas de la economía que el 40 por ciento de la población nacional pobre no entiende.
Se disparan los precios y nadie le brinda una explicación al pueblo. El gobierno debe buscar los mecanismos para evitar que los precios de productos básicos registren incrementos excesivos o determinar un congelamiento temporal de la canasta básica de alimentos.
Desde hace rato se juega con la paciencia de un pueblo que en cualquier momento despertara para exigir un alto con los precios exagerados de los alimentos. No se puede abusar de una población que apenas logra los ingresos necesarios para subsistir.