La vida no vale nada... para los delincuentes.
Un hombre fue asesinado ayer, martes, para arrebatarle su herramienta de trabajo: el arma de reglamento.
Jonhatan Lezcano, de 26 años, custodiaba el Hotel Internacional en la Calle 11 de la Avenida Bolívar, en Colón, cuando llegaron los criminales.
El hombre, siendo leal a su encomienda laboral, perdió la vida al defender su arma de fuego e impedir que asaltaran el local.
El joven trabajador cayó herido de muerte y se inició la batalla entre la vida y la muerte. De este lado, el paramédico Jesús Bratwhite intentaba retener la vida de Jonhatan, pero sus esfuerzos fueron en vano, ya que el tiro lo había recibido el seguridad a quema ropa y en el pecho.
La escena era dramática ante la agonía de un ser humano y la circunstancia en las que dejó de respirar.
"Hicimos los esfuerzos para colocarle el monitor cardíaco para ver si tenía algún signo vital, pero fue negativo. Todo lo que se nos ha enseñado lo practicamos, pero fue imposible sacarlo adelante", aceptó Bratwhite.
El hotel Internacional quedó lleno de curiosos que veían la labor de los paramédicos, y otros, más realistas, esperaban la salida del cadáver del seguridad.
Pero la nota desgarrante la puso la madre de la víctima cuando soltó un adolorido grito salido de las entrañas maternas.
La desesperada madre, con el espíritu rendido, vio a su hijo desangrándose y sin vida y todo porque criminales querían el arma de fuego y saquear el hotel.
La Policía Nacional organizó los operativos para capturar a los responsables del atraco y al que le disparó, ya que está identificado porque fue visto por muchas personas cuando llegó donde estaba el guardia de seguridad.
La víctima
Lezcano, antes de desempeñarse como guardia de seguridad, laboró como lava-autos en un cars wash de la ciudad de Colón. Era un hombre que se ganaba el pan de cada día de manera honrada. Se espera que sea cuestión de tiempo la captura de los criminales.