La lluvia no paró la fiesta de la paz ayer, domingo, a lo largo de la Cinta Costera.
Una nutrida masa vestida de blanco, portando globos y pancartas con mensajes de peticiones pacíficas, inició la caminata a las 8: 30 de la mañana desde las inmediaciones del Multicentro, en Punta Paitilla, para concentrarse unos metros antes de la estatua de Balboa, pasadas las 9:10 a.m.
Antecedía la marcha contagiosa un numeroso grupo mixto y entusiasta de motociclistas, que hacía despliegue de destrezas sobre los caballos de hierros, seguidos de distintas delegaciones representativas de sectores de la sociedad civil.
La caminata se inició bajo una pertinaz llovizna, que poco a poco fue tomando cuerpo, hasta terminar en torrencial que se estrellaba contra los paraguas de los asistentes a la convocatoria.
Cientos de parag�itas se movían a lo ancho de la cinta turística hacia un mismo punto, batallando con los repentinos y fuertes vientos que traía el mar de repente.
Hombres y mujeres de distintas edades participaron en esta actividad, amenizada por melodías aportadas por bandas de música, entre las que se encontraba la majestuosa agrupación del Colegio Moisés Castillo Ocaña, de La Chorrera.
Entre las delegaciones participantes estaba el Servicio Nacional de Fronteras, Clubes Cívicos, asociaciones profesionales, distintas agrupaciones de jóvenes en favor de la paz y representaciones civiles, entre otras.
El aguacero tampoco fue obstáculo para que los trabajadores de la economía informal cifraran la esperanza del día de sumar unos cuantos reales y aprovechando pequeños espacios bajo los pasos elevados y escasos techos en las infraestructuras del lugar, hacían pequeñas ventas.
La alegría de los asistentes se manifestaba disfrutando la lluvia, a tempranas horas del día, enviando un mensaje optimista a la nación: "Los buenos somos más" y creen en la paz.