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La estructura se mantiene en pie de milagro, mientras sus residentes piden auxilio. |
Viven por obra y gracia de Dios, eso es lo que todos dicen, es mejor estar afuera que adentro, porque el peligro al que se exponen 36 familias de la casa 70-25 de la calle 8 Central y Callejón Martínez, es notorio.
La vieja casona condenada está inclinada, la soportan varias vigas de madera deteriorada, que con un fuerte aguacero se viene abajo, "pedimos auxilio" nos dijeron todos los moradores que temen por sus vidas.
La situación en que viven los residentes, entre ellos más de 30 niños es preocupante, para caminar deben hacerlo con mucho cuidado, pues todo el piso es de madera y está podrido, además con huecos que permiten ver a quienes caminan desde arriba y abajo. |