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Angustia y resentimiento hay en el PRD ahora que los cabecillas acordaron repartirse las candidaturas con los del Partido Popular, sin consultar a las "bases". Algunos perredistas llevaban meses preparando su participación en las primarias, pero los han pasado por manteca para dar cabida a dirigentes del muy menguado Partido Popular.
El contubernio con el PRD es la fórmula que los demócratas cristianos han inventado en su intento por mantenerse vigentes tras los comicios de 2004. Pero por los predios del partido cuartelario la receta no ha sido muy bien recibida. Si no, que lo diga Camilo Gozaine, perredista de tuerca y tornillo, quien "criticó a la dirigencia de su partido por negociar desde ya estas posiciones y no escuchar el descontento de muchos precandidatos perredistas (La Prensa, 24 de mayo).
"No sé qué piensa nuestra dirigencia, pero hay mucho descontento", insistió.
El arreglo tiene claras ventajas para el Partido Popular, pero para el PRD no parece muy conveniente. Por eso muchos perredistas, resentidos y angustiados, han comenzado a dudar de la idoneidad de Martín Torrijos.
En medio de tanta agitación, hay quienes encuentran tiempo para el sano esparcimiento. El Panamá América del 23 de mayo nos ofreció la gráfica reconfortante del legislador Abelardo Antonío (PRD), mientras le enseñaba a bailar ciertos ritmos tropicales a Miss Taiwán. Si Antonío baila con la misma destreza con que-mazo en mano-tumba edificios, mejor maestro no ha podido tener la "Miss" taiwanesa. |
