En 2004 -con el fin de evitar que la construcción del supermercado provocara inundaciones que afectaran a la comunidad- se firmó un acuerdo entre Ingeniería Municipal de Arraiján, el Mnisterio de Obras Públicas (MOP) de Panamá Oeste, la Constructora Bello Hogar S. A y el propietario del local, San Yun Yunk.
Pero los moradores señalaron que los trabajos están paralizados desde hace más de seis meses, provocando así una proliferación de mosquitos, alimañas y malos olores. Por su parte, el ingeniero de la constructora, Humberto Tapia, expresó que los trabajos se han suspendidos por la temporada lluviosa.
SOLUCION EN SUSPENSO
El acuerdo establecía que el Municipio debía facilitar un camión volquete, tres retroexcavadoras, tosca y tierra para el relleno del cauce, facilitar la obtención de permisos de construcción y de gestionar la exoneración de los impuestos municipales.
El MOP debía proporcionar las cuadrillas de agrimensura y equipo de asuntos comunitarios, asfalto, piedra para relleno de las tuberías, la instalación de los letreros de señalización vial, inspección y la dirección de la obra.
Bello Hogar debía facilitar el equipo pesado, mano de obra, la construcción de cuatro cajas pluviales, una bomba de agua, formaletas de acero, y el pago de la ejecución de la obra.
El dueño del supermercado Lluvia de Oro, San Yun Yunk, aportaría las tuberías de B/. 8 mil. Los trabajos deben realizarse en dos etapas: la primera inició el 20 de agosto del 2004 y la segunda en la estación seca del presente año.
Guillermo Samudio, divisionario del MOP en Panamá Oste, indicó que el empozamiento se debe a la construcción del supermercado sobre la servidumbre pluvial, ya que las tuberías colapsan por el peso de la infraestructura.
Además señaló que el MOP cumplió en su totalidad con lo establecido en el acuerdo y que está libre de responsabilidades.
Por su parte, el ingeniero municipal, Martín Hernández, dijo que una solución sería rellenar y subir el nivel de la calle.
FAMILIAS AFECTADAS DIRECTAMENTE: RIO POTRERO
El empozamiento de la quebrada afecta a ocho familias con malos olores y el alto índice de la proliferación de mosquito y otras alimañas.