"Sí. Es mi papá. Esos son sus zapatos", gritó con dolor el hijo mayor de Snaider González, de 29 años, asesinado de un balazo en la mañana de ayer, viernes, en una casa ubicada en El Valle de Urracá, San Miguelito.
La voz desoladora de uno de los tres niños que dejó en la orfandad la víctima, confirmó la identidad del muerto.
El hermano de Snaider, su cuñada y hermana, se sumaron al momento de dolor por el cual atraviesa la familia González Ibarguen, quienes llegaron hasta la casa donde fue encontrado muerto.
El menor de 13 años no aguantó más y rompió en llantos al ver cómo el personal de la Fiscalía Auxiliar levantó el cuerpo sin vida de su padre, a quien le segaron la vida de un impacto de bala en la tetilla izquierda, en un incidente confuso.
Además de la muerte de Snaider, Cirilo Murillo, de 38 años, resultó con tres tiros con salidas en el glúteo, muslo y tobillo derecho.
Cirilo, un amigo personal de la víctima, se encuentra en la Sala 8 del Hospital Santo Tomás, recuperándose.
En la escena del crimen se encontró la pistola 3. 80 con permiso, de Snaider, la cual aparentemente fue usada; además, cuatro casquillos de una pistola 9 mm.
Una de dos testigos aseguró que en la casa sólo estaban Snaider y Cirilo; la otra aseguró que había otro sujeto y una mujer que llegó después.
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A las dos de la madrugada de ayer, viernes, fue la última vez que fue vista la víctima por sus familiares. Snaider salió de su casa para asistir al entierro de un amigo que falleció en Darién, ahogado, de acuerdo con sus familiares.