Un grupo de maleantes que lanzaba piedras, botellas y destruía los semáforos, empañó la marcha pacífica que desarrollaron gremios y obreros.
Los facinerosos, varios de ellos menores de edad, generaron caos e hirieron a particulares con sus piedras y botellas.
La marcha de los sectores que han declarado una huelga indefinida fue recibida con aplausos por los residentes a lo largo de Calidonia que sonaban sus pailas en señal de apoyo. Algunos de los manifestantes obsequiaron rosas blancas a los antimotines en señal de paz y coreaban una antigua consigna que popularizaron los civilistas: "el que no brinca es sapo".
Ya casi entrada la noche, se desató el pandemonio. La Policía actuó, llenó de gases lacrimógenos el área, disparó perdigones y arrestó a 207 personas.
Genaro López, dijo que "infiltrados" provocaron los desórdenes". El ministro Héctor Alemán aseguró que entre los que fomentaron los disturbios había miembros de SUNTRACS y CONUSI.