Pekín atribuyó ayer a la empresa panameña MEDICOM la responsabilidad de la contaminación con dieleteneglycol procedente de China de un jarabe para la tos distribuido por el Seguro Social del país centroamericano, donde ha causado la muerte de un centenar de personas.
El viceministro chino de la Administración General de Supervisión de la Calidad, Inspección y Cuarentena, Wei Chuanzhong, dijo además que la empresa española Rasfer Internacional, que actuó como intermediaria, conocía lo que estaba comprando.
Wei presentó ayer los resultados de la investigación sobre el escándalo de los medicamentos panameños, así como sobre la importación de dentífricos chinos a Panamá, que también contenían dieteleneglycol y que posteriormente se exportaron a otros países centroamericanos.
El viceministro atribuyó a Medicom el cambio de la etiqueta original de "Glicerina TD" -cuyo uso no está permitido para la producción de fármacos en China- por "Glicerina", dijo que era apta para farmacopea y extendió la fecha de caducidad de uno a cuatro años.