Sevilla y Getafe, tras firmar sendas temporadas excepcionales, se enfrentan hoy en la final de la Copa del Rey en busca del último título de la temporada, que para el equipo andaluz sería el cuarto en este torneo, y para el madrileño, el primero de su historia.
El conjunto que adiestra Juande Ramos se ha presentado en Madrid con el propósito de poner el broche de oro a una temporada que ya es considerada como la mejor en la historia del club, puesto que el ejercicio ha dejado los títulos de la Supercopa europea y la revalidación de la Copa de la UEFA.
Además, el Sevilla se ha clasificado tercero en una liga que tuvo opciones matemáticas de vencer hasta la última jornada. Hacía 37 años que no terminaba el torneo de la regularidad en un puesto tan alto.
El brasileño Adriano Correia no se ha recuperado a tiempo de una lesión muscular y es la única baja del Sevilla para la final de la Copa, si bien el extremo zurdo se ha desplazado ayer a Madrid junto al resto de la plantilla sevillista.