Una vez alguien escribió o dijo, los periodistas son un "mal necesario", una piedra en el zapato para los malos gobernantes y los políticos oportunistas que quieren hacer fama y fortuna a costa de los desprotegidos.
La verdad, son muchos los periodistas en Panamá que cumplen su función social, su apostolado, pero hoy me permito la licencia de hacer un alto en mis labores, para hablar de la "negra azabache" nacida en la olvidada Costa Atlántica, la tierra de Saladino y de Carew; Lucy Molinar, la sagaz profesional de la pluma, de TVN Noticias.
Su gracia y donaire y la precisión de sus comentarios y críticas hacen tambalear gobiernos y provocan el enojo de los funcionarios que rechazan o no toleran que se opongan a las malas políticas o acciones que acostumbradamente enarbolan.
Regularmente se inmiscuye en los misterios y secretos noticiosos, sin ignorar que el papel del periodista frente al Estado y el Poder Económico se hace cada día más complejo y difícil, pero sabe que su misión está enfocada en la defensa de los intereses de la comunidad.
Me gusta su trabajo, lo realiza con vocación, sensibilidad y responsabilidad, expone hechos noticiosos y realidades concretas a pesar de que Panamá pareciera ser "un país atestado de políticos y funcionarios ciegos y sordos".
"Yo quiero a Lucy", siempre esta bien informada y bien documentada. Ataca con la espada de la verdad las malas ideas y no a las personas, busca la verdad en las profundidades, donde la corrupción, el enriquecimiento ilícito y las falsas promesas de campaña, parecen sepultarla.
Como buen periodista, maneja la información con "ingenio, picardía y escepticismo" lo que la convierte en el principal aliado de los vituperados, ultrajados y calumniados. Es consciente que las palabras mal intencionadas, hieren, destruyen, excluyen y estigmatizan.
"Negra azabache"de los vetustos edificios colonenses, nunca pierdas la memoria. Tu trabajo se fundamenta en proteger a "la gente de a pie" de la falta de credibilidad de los gobiernos, de los hechos que generan ingobernabilidad en el país y de los políticos que buscan manejar la opinión pública a sus caprichos.
Nunca olvides que un buen periodista no importa su orígenes, sus necesidades o el color de su piel, jamás se doblega ante nadie, esa es su mayor carta de presentación y el punto más alto dentro de su apostolado informativo.
