Zinedine Zidane puso el punto y final a la victoria de Francia sobre España en los octavos de final del Mundial de Alemania 3-1 y alargó así su carrera que tendrá el epílogo en esta competición.
El "10" fue el auténtico motor del juego ofensivo francés, se movió con libertad por todo el campo y buscó los huecos en la adelantada defensa francesa, aunque con frecuencia se estrelló en el fuera de juego.