Antes de salir
del hotel, hágase cargo de los niños
Maritza Reyes
Crítica en Línea
El Fondo de
las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Hotel Caesar
Park Panamá y la Cadena Hotelera Westin Hotel & Resort,
con más de 72 países afiliados en el mundo, se
fusionaron ayer para recaudar unos 70 mil balboas para suplir
de vitamina A a niños de 1 a 5 años, grupo en el
que se ha detectado insuficiencia de este aditivo necesario para
el crecimiento y equilibrio de las principales funciones vitales
del organismo.
El proyecto en Panamá se ha denominado "Hágase
cargo de los niños", consiste en que los huéspedes
de Caesar Park Panamá tendrán la oportunidad de
donar un balboa a la UNICEF para esta causa, que ha sido implementada
desde 1995 con resultados favorables al arrojar un capital de
3 millones de balboas.
Los huéspedes del Caesar Park, al hacer su "Check
Out" o registro de salida encontrarán en su tarjeta
ya cargada su donación y éste decidirá si
se une a esta causa.
Los dineros que se recauden durante este proyecto se invertirán
para dotar por un año de esta vitamina a 16 mil niños
en países donde la UNICEF mantiene programas de nutrición.
Klaus Lapp, gerente del Caesar Park, detalló, en la
conferencia de prensa escenificada ayer en este hotel, que se
espera recaudar 70 mil balboas en un año que cubrirá
este proyecto en Panamá, a la vez reveló que las
estadísticas más recientes anotan que por lo menos
2.2 millones de niños mueren al año de diarrea
y aproximadamente un millón de sarampión por falta
de vitamina A.
De esta realidad no están muy lejos los hogares panameños,
así lo hizo saber Aida de Oliver, representante delegada
de la UNICEF en Panamá, al advertir que la deficiencia
de este elemento (vitamina A) en niños panameños
de 1 a 5 años registró en 1992 un 6 por ciento.
Oliver arguyó que aunque esta cifra no se considera
un problema de salud pública es importante mantenerse
alerta en las poblaciones indígenas de las provincias
de Bocas del Toro, Chiriquí y Veraguas, donde casi la
mitad de la población presenta niveles bajos de vitamina
A, es decir unos 35 mil niños reflejan este cuadro.
Las provincias antes señaladas fueron calificadas de
alto riesgo, según argumentos de Oliver, ya que se han
diagnosticado casos de ceguera, una de las modalidades severas
de la insuficiencia de este aditivo en los infantes. San Blas
y Darién están en la línea de riesgo.
Una encuesta nacional de vitamina A en la que se excluyó
a San Blas y Darién, reveló que un 5% de los niños
no indígenas entre 1 y 5 años presentaron niveles
de retinol plasmático bajos (menos de 20 microgramos por
decilitros). Esta insuficiencia es más grave en las poblaciones
indígenas, donde casi la mitad de los lugareños
no tienen reservas adecuadas de micronutrientes.
Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS)
indica que el número de niños en edad pre-escolar
que viven en zonas donde se observan casos de hipovitaminosis
A y sus consecuencias (ceguera, aumento de la mortalidad, disminución
de la inmunidad) se estima en 190 millones en 37 países.
De este porcentaje, 3 millones habitan en países subdesarrollados
y la ceguera marcha a la cabeza.
La vitamina A es un elemento vital en el funcionamiento del
sistema inmunológico, por lo que su carencia es la causa
de brotes de sarampión, diarrea, ceguera y neumonía
en la población infantil. La ingesta de esta vitamina
y zinc incrementan la resistencia de los niños a la malaria,
que cobra la vida de 600,000 niños cada año. Este
aditivo contribuye a mantener el tejido epitelial, el crecimiento
de los huesos la reproducción normal del organismo, mantiene
el proceso normal de la visión a través de sus
funciones sobre la retina y córnea.
Para contrarrestar las deficiencias por falta de vitamina
A es necesaria la intervención de cuatro factores: la
diversificación de la dieta, la fortificación de
los alimentos con vitamina A, la suplementación con cápsulas
de vitaminas A y la educación de la comunidad.
En 1990, Panamá y la UNICEF se trazaron la meta de
erradicar la insuficiencia de esta vitamina antes de final de
siglo, por lo que esta fusión es un signo de progreso
en la que la sociedad de hecho está comprometida con el
hombre que llevará las riendas del nuevo milenio.
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Aproximadamente
100 millones de niños en el mundo sufren de insuficiencia
de vitamina A. Por esta misma causa, 2.2 millones pierden la
vida por cuadros de diarrea y un millón de sarampión.
Mientras que 3 millones de niños sufren de ceguera. Los
suplementos de este aditivo y zinc incrementan la resistencia
a la malaria, enfermedad que cobra la vida de unos 600,000 infantes
en el ámbito mundial.
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