"Cuando veas la barda de tu vecino arder, pon la tuya en remojo", fue el refrán que de seguro recordaron los inversionistas que mantienen cuentas morosas con el Estado producto de contratos de concesiones.
Luego de que el presidente, Ricardo Martinelli, plantó una bandera y reclamó los derechos del Estado sobre los rellenos que realiza el Grupo Figali en la Calzada de Amador, varios concesionarios se pusieron las pilas y acudieron a la Unidad Administrativa de Bienes Revertidos del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y con la Autoridad Marítima de Panamá para aclarar su situación económica.
Lo anterior lo informó la oficina de Prensa de la Presidencia de la República a través de un comunicado, en el que no se dan detalles sobre los concesionarios que avivaron su interés por quedar paz y salvo con el fisco.
Martinelli instruyó a las entidades vinculadas al tema de concesiones a adoptar las acciones administrativas y judiciales necesarias para exigir a todas las empresas concesionarias el estricto cumplimiento de las condiciones pactadas en sus contratos con el Estado.