El proyecto de ampliación del Canal de Panamá dio ayer un paso crítico, al revelar el nombre del consorcio multinacional que construirá el tercer juego de esclusas tamaño post panamax, la fase más importante de los trabajos.
El Grupo Unidos Por el Canal (GUPC), integrado por las empresa española Sacyr Vallehermoso, la italiana Impregilo, la belga Juan de Nul y la panameña Constructora Urbana (CUSA), presentaron la oferta más baja, de $3,118 millones.
La oferta de GUPC no solo fue más baja que la de sus competidores del grupo C.A.N.A.L. ($4, 185 millones) y el consorcio Bechtel-Taisei-Mitsubishi ($5,981 millones), sino que también se situó por debajo del precio base establecido por la Autoridad del Canal de Panamá, de $3,481 millones.
En términos de empleomanía, la adjudicación llega como caída del cielo, dado a que la construcción del tercer juego de esclusas ayudará en gran medida a contrarrestar los efectos de la crisis económica mundial que ya empezaron a sentirse. Se calcula que se contratarán 5 mil personas en los 1,883 días que tendrá de plazo GUPC para completar las nuevas esclusas.
Igualmente, servirá en cierta medida para amortiguar los efectos de la caída del mercado inmobiliario en el país, que hasta el año pasado iba viento en popa.
No obstante, aún se ciernen sobre el proyecto las nubes negras de la baja en el movimiento internacional de carga y el descenso en el número de buques y contenedores que transitan por la vía interoceánica. Aun así, el país espera que el proyecto se concluya de forma satisfactoria, y que la ampliación rinda los frutos económicos esperados.