El Gobierno de �lvaro Uribe anunció ayer que evalúa denunciar ante instancias internacionales la presencia de jefes guerrilleros en Venezuela, una decisión que ya fue respondida desde Caracas y puede arruinar los esfuerzos del presidente electo colombiano, Juan Manuel Santos, por mejorar la relación bilateral.
En un escueto comunicado, el Gobierno de Colombia afirmó que "durante seis años" ha mantenido un "diálogo paciente", pero "infructuoso", con Venezuela sobre la presencia de "cabecillas terroristas" en ese país, lo que le lleva a "pensar nuevamente en acudir a las instancias internacionales".
En respuesta, el Gobierno venezolano llamó a consultas a su embajador en Bogotá, Gustavo Márquez, y dijo que en las próximas horas anunciará "medidas políticas y diplomáticas" en respuesta a las "agresiones" perpetradas por la administración de Uribe.
Este nuevo capítulo de tensión entre ambos países, cuyas relaciones diplomáticas y comerciales están congeladas desde hace casi un año por decisión del mandatario venezolano, Hugo Chávez, comenzó este jueves cuando el Gobierno colombiano dijo tener "pruebas" de la presencia de jefes guerrilleros en la nación vecina.
Por otro lado, el presidente venezolano, Hugo Chávez, acusó ayer al mandatario colombiano, �lvaro Uribe, al que calificó de "mafioso", de querer "generar un gran conflicto" entre ambos países y obstaculizar la labor del Gobierno entrante de Colombia.