Alguna vez todos hemos sufrido de molestias y achaques por causa de alguna enfermedad y nos cansamos de los mismos medicamentos. Por ello le traemos una nueva opción la medicina Biológica.
EL CUERPO Y LA MEDICINA
Esta nueva forma de autosanación corporal, tiene la finalidad de enseñarnos a ser responsables con nuestra salud.
La medicina natural nos enseña lo importante que es llevar una buena dieta, pero sobre todo, la adecuada evacuación de toxinas.
Según María Gabriela Pinzón, doctora en medicina, esta nueva opción curativa, trata a la fiebre, diarrea y vómito, como una reacción natural del cuerpo ante los virus o toxinas.
SIMILITUD Y DIFERENCIA
Parecida a la medicina natural, por la utilización de plantas y minerales en los tratamientos, se diferencia de ésta por el proceso de preparación de los medicamentos y vitaminas administrado por vía intravenosa, gotas, tabletas e inhalación.
Con lo que respecta a la medicina convencional, esta disciplina regula las reacciones corporales, hasta lograr que el cuerpo suelte las toxinas que le afectan y no apoya el abuso de medicamentos químicos.
Una forma natural de sanar que puede combatir la otitis, artritis, resfriados, faringitis, los dolores de oídos, alergias, cólicos menstruales, estreñimiento, trastornos de ovulación, menopausia, sinusitis, entre otras enfermedades.
DIAGNOSTICO
La medicina natural utiliza el diagnóstico electrónico para diagnosticar un mal, pero no deja de lado el historial médico, enfermedades padecidas, la cantidad de medicamento consumido, y si la persona ha sido operada.
METODOS Y ALGUNOS CONSEJOS
Al establecer el mal esta medicina te dará tratamiento para cada dolencia, que puede iniciar con un ayuno terapéutico y continuar con medicamentos a base de minerales y plantas que ayudarán a tu cuerpo a evacuar las toxinas.
RECOMENDACIONES
Lleve una dieta sin toxinas
Si sufre de artritis reumatoidea, olvídate de las proteínas animales
Reduzca los enlatados, aditivos y colorantes
Evite las azúcares refinadas
Deshazte de las harinas refinadas como el pan blanco
Come más fibras, vegetales, verduras y frutas naturales
Baje un poco las frituras
Coma menos carne
Olvídese del puerco, jamón, embutidos o chorizos.