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El Papa recibe a jóvenes ataviados con trajes indígenas de México y Guatemala.  |
El Papa llega hoy a Toronto, primera etapa de un largo viaje de once días que le llevará también a Guatemala y México, algo que suscita preocupación por su precario estado de salud, agravado en los últimos tiempos.
Aunque algo recuperado físicamente en comparación a semanas pasadas, gracias a los días de reposo que lleva en su residencia de verano de Castelgandolfo, Juan Pablo II sigue teniendo problemas para caminar y apenas da unos cuantos pasos se le nota cansado.
Ese cansancio también se percibe conforme va leyendo discursos. Su voz se vuelve débil, casi inaudible, y a la vez se le nota dificultades para respirar, debido a que cada vez está más encorvado.
Ese precario estado de salud, que se une a los achaques normales de su edad -82 años- no ha impedido su determinación de viajar a América para presidir en Toronto la XVII Jornada Mundial de la Juventud, canonizar luego en Guatemala al beato de origen español Pedro de Betancurt y en México proclamar santo a Juan Diego, el indígena al que se apareció la Virgen de Guadalupe.
Aunque en un principio se especuló con la posibilidad de suprimir las etapas de Guatemala y México e incluso miembros de la Curia se lo sugirieron, el Obispo de Roma se negó rotundamente. Y es que el amor que siente por la Virgen de Guadalupe y Latinoamérica, al que llama el continente de la esperanza, es superior a sus dolores físicos.
Juan Pablo II hablará con más de 300.000 jóvenes que celebrarán con él la Jornada Mundial de la Juventud, creada por él mismo en 1984 con el objetivo de reunir a muchachos de todo el mundo en torno a una cruz y profundizar en el Evangelio y tomar fuerzas para difundirlo por todo el planeta.
En un principio se esperaban unos 700.000 "papaboys", como son conocidos los muchachos católicos, pero los atentados del 11 de septiembre y los problemas puestos por las autoridades canadienses a muchos de ellos para poder entrar en el país han reducido la presencia a la mitad.
A seis mil jóvenes de Haití, República Dominicana, Colombia, Uganda y Sudán les rechazaron el visado. Ante esta situación, fuentes de los organizadores han manifestado que la Jornada Mundial se cierre con unas pérdidas de 25 millones de dólares. A este encuentro asistirán jóvenes de 173 países. Sin contar a los canadienses, la presencia mayor será de estadounidenses, unos 50.000. Los italianos serán casi 20.000 y los españoles cerca de 8.000.
Juan Pablo II será recibido en el aeropuerto de Toronto por el primer ministro canadiense, Jean Chretien, y las más importantes personalidades políticas y religiosas del país.
Después el Pontífice se trasladará en helicóptero a la isla de Strawberry, en el lago Simcoe, al norte de la ciudad. Allí, en un centro religioso de los padres Basilianos, descansará en la más absoluta tranquilidad durante todo el día 24 antes para afrontar los fatigosos y largos actos de las jornadas siguientes. El día 25 será recibido oficialmente por los jóvenes en Exhibition Place. De regreso a la isla, el viernes 26 lo dedicará al reposo.
El sábado comenzará el maratón de actos, que incluye la Vigilia con los jóvenes, que será por la noche y está considerado -junto a la misa del domingo 28- como los momentos más importantes de la Jornada Mundial. |