El Príncipe Guillermo participó en una operación militar antidrogas a menos de 200 kilómetros de la costa frente a la frontera entre Colombia y Venezuela. El hijo mayor de Carlos de Inglaterra iba a bordo de un helicóptero, que recibió instrucciones de perseguir una lancha sospechosa de transportar cocaína. Cuando el bote trató de huir, los tiradores dispararon al motor, provocando que los tres tripulantes se lanzaran al agua.