El reporte preliminar sobre el mortal accidente del helicóptero SAN 100 que la delegación panameña llevó a Chile, revela un rosario de errores y fallas que precedieron el vuelo de la aneronave (30 en total), cualquiera de los cuales por sí solo hubiese podido causar consecuencias catastróficas.
Aunque se apunta a errores cometidos por el veterano piloto Juan Delgado y su copiloto Ernaldo Carrasco (único sobreviviente) durante la emergencia, no puede minimizarse hechos tan graves como que desde el 2003 no existía registro de vida útil de los componentes del helicóptero, ni que el equipo que contactaba la nave con los radares en tierra, no funcionaba.
Elementos como estos reafirman que la vetusta aeronave SAN 100 no estaba en condiciones para realizar vuelos de forma segura, y mucho menos con la tripulación de invitados extranjeros de alto perfil que perecieron junto con cuatro compatriotas panameños.
Adicionalmente, habrá que explicar satisfactoriamente la contradicción que existe entre el informe presentado en Chile, y lo declarado por el Administrador de la Autoridad de Aeronáutica Civl, Eustacio Fábrega. Mientras el informe detalla que la licencia del Piloto Juan Delgado estaba vencida, Fábrega aseguró ayer que tenía vigente una licencia de aviación civil, su?ciente para volar helicópteros como el SAN 100.
Ahora, el Estado Panameño se enfrenta a un muy probable escenario de demanda internacional por parte de los familiares de los chilenos fallecidos en la caída del SAN 100, entre ellos los del Jefe de Carabineros José Alejandro Bernales. Los familiares de los muertos panameños en el accidente también están en todo su derecho de proceder legalmente.