El accidente del autobús en la que viajaban moradores del sector de Kuna Nega, donde murieron tres pasajeros, deja al descubierto la falta de control y vigilancia de las autoridades.
Los accidentes de tránsito son inevitables, sobre todo de autobuses y taxis que circulan constantemente, por eso se hace necesario mantener una vigilancia permanente en las calles para evitar el exceso de pasajeros y que los vehículos cumplan las normas de seguridad y presenten óptimas condiciones mecánicas.
De igual modo, los pasajeros no deben exponer su vida. Es entendible que todos quieran llegar temprano a sus trabajos, pero no se puede ir colgado de las puertas de los autobuses, lo que se traduce en una muerte casi segura de darse un accidente.
De seguro que ahora vendrán los operativos de vigilancia y se verán en las calles a los policías e inspectores del Tránsito imponiendo boletas a los conductores de autobuses que llevan exceso de pasajeros. Señores, esa debe ser una labor permanente y no reactiva ante un suceso lamentable como el registrado el jueves.
Todos los días, miles de panameños que utilizan el transporte público se exponen a esa situación.
En las horas picos de la mañana y de la tarde, se observa a los autobuses con exceso de pasajeros y los policías se hacen de la vista gorda; sólo cuando ocurre una tragedia es que recuerdan que tienen una labor que cumplir en protección de la vida de esos humildes compatriotas que se ven en la necesidad de viajar en los llamados "Diablos Rojos".