El presidente Martín Torrijos afirmó ayer en Costa Rica que, a pesar de las deudas históricamente acumuladas que aún persisten, Centroamérica ya no es aquella tierra tan dolorosamente herida por las exclusiones, arbitrariedades y violencias, sino un istmo de tolerancia, cooperación y esperanzas.
El mandatario panameño acotó que Esquipulas II es ejemplo histórico de cómo los países de la región pudieron construir compromisos, cumplirlos y superar los graves peligros y consecuencias de los conflictos y tensiones de aquella época, aun teniendo gobiernos y orientaciones políticas de diferentes signos y distintas particularidades socioeconómicas.
"Panamá, su gobierno y su pueblo, tenemos profunda satisfacción en compartir con ustedes, el día de hoy (ayer), la celebración de los veinte años de haberse logrado suscribir y cumplir los acuerdos de paz de Esquipulas II", destacó Torrijos.
El presidente panameño celebró que una vez conjuradas las soluciones militares y de fuerza, la tolerancia y el pluralismo siguen ampliando y consolidando la democracia, el respeto a los derechos humanos y la vigencia de la ley, como valores fundamentales de las sociedades centroamericanas.
Torrijos destacó la importante gestión que tuvo en este proceso de paz el Grupo de Contadora, el cual nació el 9 de enero de 1983, en la isla de ese nombre, ya entonces conocida como un importante escenario de la difícil, pero exitosa negociación de los Tratados Torrijos-Carter, que permitieron la devolución del Canal a manos panameñas.
Manifestó que veinte años después y luego de superadas dolorosas circunstancias, la población centroamericana merece de cada uno de sus mandatarios, otros tantos esfuerzos para redoblar el compromiso de enfrentar otros retos igualmente inaplazables, como la marginalidad, además de dar mayores impulsos al desarrollo humano.
Torrijos abogó por el compromiso de derrotar al crimen organizado, en todas sus modalidades, de combatir el trasiego ilícito de armas, el tráfico de drogas y de personas, además de garantizar la seguridad y la tranquilidad de la vigencia de la ley y del efectivo acceso a la justicia.
Finalmente, el presidente Torrijos reiteró el deseo, la voluntad y el compromiso de Panamá de seguir sumando esfuerzos, de seguir presente en las iniciativas y mecanismos conducentes a edificar y fortalecer la Centroamérica democrática, justa, equitativa y segura que bien nos merecemos.